En vista de la
celebración de San Valentín traigo a Paula Bonet.
Impulsiva, directa,
melancólica, inconsciente. Son adjetivos que definen a la joven
ilustradora Paula Bonet que ha logrado, tras muchos años de trabajo
invisible, que sus dibujos emocionen a miles de personas.
Bonet
empezó pintando cuadros al óleo y, desde hace cuatro años, se ha
centrado en las ilustraciones, terreno en el que ha logrado
consolidar una marca de dibujos muy personales, sugerentes, femeninos
y frescos, en los que predominan los retratos y donde nunca falta su
color preferido: el rojo. La artista empezó tomándose a ella misma
como modelo y, ahora, muchos de sus retratos o dibujos tienen,
inconscientemente, algo de Paula. Sus creaciones han visto la luz en
diferentes formatos: desde libros, diarios y revistas, hoteles,
restaurantes o escenografías musicales como la de la obra T’estimo,
ets pefecte, ja et canviaré dirigida por Elisenda Roca. Su nuevo
reto profesional es el libro Qué hacer cuando en la pantalla aparece
The End (Lunwerg), con el que cierra un nuevo ciclo: publicar un
trabajo en el que texto y dibujos son de su autoría. Como gran
amante de la música y de la literatura, Paula Bonet, es ahora feliz
en el mundo editorial, una relación que desea que tenga un final
muy, muy tardío.
Paula Bonet, con un
estilo personal que el título de ilustrador amerita, tiene una
relación estrecha con el amor, los comienzos y los finales.
Redactor: Manuel Mendoza Santana / Sebastián Ramírez Sánchez
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