La
pintura de Pablo Losa, desde los inicios hasta los primeros años
noventa, fue evolucionando espectacularmente. Por supuesto su encuentro
con las Islas Canarias le descubrieron un paisaje que automáticamente le hizo aflorar
lo que ya era una preocupación suya y configurar su estilo más característico.
El
descubrimiento de la luz y del paisaje canario, no solo le entusiasma, sino que
le fomenta ciertas intuiciones que siempre habían sentido, el interés y la
atracción por lo telúrico, por el origen de la naturaleza, por la
insignificancia del hombre dentro de ella. Toda una serie de planteamientos más
o menos filosóficos, quizás no fáciles de explicar con palabras, pero que
saltan a la vista en sus cuadros.
Agustín
Quevedo explica magistralmente en un articulo titulado: LA EXUBERANCIA REFERENCIAL
EN LA PLASTICA DE
PABLO LOSA, esta primera década de estancia de Losa en Canarias; señala:...”La
exuberancia referencial- la nube, la perspectiva, el contraste armónico etc.-
es un factor dominante que hay que considerar en la plástica de Pablo Losa...”.
...”¿Pero porque hay que considerar el factor exuberante de su plástica?.
Porque el abunda en esa contrastación sonora-así hay que llamarla- de los
elementos del cuadro. Abunda, aclaremos, pero no exagera. Aquí radica la
importancia de ese saber “exuberar” tanto en el dibujo como en el color. Se
trata de una cuestión de temperamento. De ahí que sus paisajes se aparten de
mimetismos exóticos y tópicos y no caigan en lo descriptivo. Se aparta de lo
estático y lo consigue. Su referencia a la naturaleza esta más en la intensidad
que en la copia...” “...la pintura de Losa es nítida, armoniosa, estilizada y
efusiva en el claroscuro. Casi se diría que el artista aspira a una perfección
formal de lo exquisito...”
Posteriormente
fue acercándose a la costa pintando playas y rompientes, con esos celajes
personalísimos, atrevidos siempre, en movimiento, plenos de vida y de color.
Pincelada suelta, empastes gruesos, delicados fundidos, equilibrios magistrales
en la composición, con valoraciones tonales siempre variadas y vividas en la
mayor de las intensidades, exuberantes a rabiar que alientan la vida del
cuadro, captando los mas sutiles matices, vibraciones incluso que conforman y
definen la esencialidad- realidad trascendente del paisaje-.
Y es
así, después de años de pintar en las cumbres y posteriormente las costas, en
especial la playa de Las Canteras con sus nocturnos, sus atardeceres, sus
charcos, como se consagra Pablo Losa como uno de los más grandes paisajistas de
toda la historia de Canarias. Juan Rodríguez Doreste ya lo señaló en 1982...”
con estas obras se ha ganado digna y merecidamente un puesto bien señalado
entre los mejores intérpretes y glosadores del rico pasísimo de nuestra
tierra.”
Redactor: Beatriz Gutierrez / Ejecutores: Bárbara Rodríguez
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