18.1.16

Alatriste (2006)

«No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente».  

Con esta cita empieza la novela de El Capitán Alatriste, el primero de una colección de libros de aventuras escrito por Arturo Pérez Reverte del cual se inspirarán para producir una de las películas más caras de la historia del cine español.


Dirigida por Agustín Díaz Yanes y protagonizada por el esplendoroso Aragorn Viggo Mortensen, el cual sorprende a sus fans demostrando que no solo maneja la lengua élfica sino que posee un  “perfecto” acento español. Alatriste cuenta  las aventuras de un soldado español que malvive a las ordenes de la realeza española o de cualquiera que solicite de sus servicios como espadachín a sueldo en esos maravillosos años donde en España no se ponía el sol. Para colmo, como si su precaria situación no fuera suficiente, le encasquetan a Íñigo de Balboa, hijo de un antiguo amigo del capitán que a su muerte le pide a este que cuide de él. Entre batallas en el sucio lodo de los Países Bajos, sospechosas peticiones de Blanca del Portillo e intercambios de golpes de espadas con un italiano traicionero, el pobre e incansable soldado español harto de tanta batalla guarda una relación amorosa pero imposible con una atractiva actriz de teatro, relación de la cual saldrá malparado (él y el italiano traicionero).

 

A estas alturas el lector se preguntará que demonios tendrá que ver esta extraordinaria película con el contenido general del blog en el cual está publicado. Esta película no ha sido elegida solo porque aparece una interpretación en vivo de la Rendición de Breda de Velázquez y encima mostrar el momento en el que el pintor acaba el cuadro y se explica que cambió unos estandartes por picas.


Algunas escenas de esta obra cinematográfica han sido  compuestas como si se trataran de pinturas hechas en la misma época en la que tiene lugar la historia, es decir, del barroco. Nos ofrecen fotografías con efectos tenebristas, muy inspiradas en las obras de Caravaggio donde predomina un gran oscuro en el cual una tenue luz hace que los elementos que salgan en la pantalla, por muy pocos o muy quietos que sean cobren una inmensa importancia a los ojos del espectador.



Así que ya sabe, la próxima vez que vea esta película fíjese en la genial contribución que ha hecho la pintura barroca al cine español y no le de tanta importancia al marcado acento del protagonista.

Redactora: Elena Suárez Rivero / Ejecutivo: Xavier Rakotobe Ramirez

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